Come para comerte el mundo
¿Te resultan familiares frases como "No puedo con mi alma", "No sé qué comer" o "Todo me sienta mal"? ¿Te da una pereza horrible la cocina? O ¿te sorprendes diciendo: "Me duermo delante del ordenador" o "Me arrastro por la mañana, me dan subidones de hiperactividad por la tarde y por la noche no puedo dormir"? ¿Cómo se arregla esto? Desde luego no es cuestión de un día; son precisos algunos ingredientes básicos como la atención y la fuerza de voluntad, pero cuando se pone en marcha la intención, la diferencia es tan abismal que merece la pena. Este libro no habla de dietas, sino...