Fernand Braudel, nacido el 24 de agosto de 1902 en Luméville-en-Ornois, Francia, fue uno de los historiadores más influyentes del siglo XX, conocido por su enfoque innovador hacia la historia y su énfasis en la larga duración. Braudel es a menudo asociado con la escuela de los Annales, un movimiento historiográfico que se centró en el estudio de la estructura social y económica a lo largo del tiempo, en contraposición a los eventos políticos y bélicos tradicionales.
Su educación comenzó en la Universidad de Estrasburgo, donde se interesó profundamente por la historia y la geografía. En 1923, se trasladó a la Universidad de París, donde continuó sus estudios y se expuso a las ideas de su mentor, Marc Bloch. Braudel fue influenciado por el contexto académico de su tiempo, en el que florecieron nuevas corrientes de pensamiento que buscaban comprender la historia de manera más amplia y multidimensional.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial interrumpió su carrera, cuando fue capturado por las fuerzas alemanas en 1940 y enviado a un campo de prisioneros en Alemania. Durante su cautiverio, Braudel aprovechó el tiempo para escribir su obra maestra “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II”, publicada en 1949. En esta obra, Braudel introdujo su concepto de “la larga duración”, que postulaba que los cambios en la historia no ocurren de manera abrupta, sino que son más bien el resultado de procesos lentos que se desarrollan a lo largo de siglos.
La estructura del libro fue innovadora; Braudel dividió su análisis en tres niveles: el primer nivel abarca las condiciones geográficas que moldean la vida en la región mediterránea, el segundo nivel examina las estructuras económicas a lo largo del tiempo, y el tercer nivel se centra en los eventos históricos específicos. Esta metodología rompió con la narrativa histórica convencional y permitió un enfoque más holístico que integraba múltiples disciplinas, como la geografía, la economía y la sociología.
Después de la guerra, Braudel continuó su carrera académica, convirtiéndose en una figura prominente en la enseñanza de la historia. Fue director de investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y profesor en la École des Hautes Études en Ciencias Sociales. En 1956, fue nombrado director del Instituto de Historia de la Universidad de Estrasburgo, donde promovió métodos interdisciplinarios en la enseñanza de la historia. Su trabajo influyó en una generación de historiadores que buscaban enfoques más amplios y enriquecidos en el estudio del pasado.
En 1960, se trasladó a Estados Unidos como profesor invitado en varias universidades, donde su obra fue muy bien recibida y su enfoque innovador ganó reconocimiento internacional. Braudel fue un defensor de la historia global, argumentando que los eventos locales no pueden entenderse de manera aislada, sino que deben ser contextualizados en un marco más amplio que considere factores económicos, sociales y culturales.
La obra de Braudel y sus conceptos revolucionarios sentaron las bases para el desarrollo de la historia como disciplina, impactando no solo a historiadores, sino también a sociólogos, economistas y otros académicos. Su trabajo ayudó a establecer la importancia de los contextos económicos y sociales en el estudio de la historia.
Fernand Braudel falleció el 27 de noviembre de 1985 en el suburbio parisino de La Rochelle. Su legado perdura en la historia moderna, y su enfoque interdisciplinario ha inspirado a historiadores y pensadores en todo el mundo. La influencia de su trabajo y sus ideas sobre la larga duración continúan resonando en el estudio contemporáneo de la historia, convirtiéndolo en una figura clave en la historiografía del siglo XX.