Santo Tomás Moro, nacido el 7 de febrero de 1478 en Londres, Inglaterra, fue un destacado humanista, abogado, dramaturgo y filósofo que se erigió como uno de los más importantes pensadores de la Renacimiento. Su vida y obra se caracterizan por un profundo compromiso con la justicia, la integridad y la fe, lo que lo llevaría a convertirse en un mártir de la Iglesia Católica.
Desde joven, Moro mostró un gran interés por la educación. Fue enviado a la Universidad de Oxford, donde estudió griego, latín y teología. Su formación académica, combinada con su intelecto brillante, lo llevó a destacar en el ámbito académico y profesional. En 1504, se convirtió en miembro del Parlamento y, posteriormente, en 1510, fue nombrado sub-sheriff de Londres y, poco después, abogado en el famoso tribunal de la Cancillería.
Uno de los logros más significativos de Moro fue su relación con el rey Enrique VIII. En 1523, fue nombrado Canciller de Inglaterra, desempeñando un papel crucial en la gestión del reino. Sin embargo, su carrera en la corte se vería gravemente afectada por el hecho de que Moro se opuso a la ruptura de Enrique VIII con la Iglesia Católica, que fue impulsada por el deseo del rey de anular su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena.
La famosa obra literaria de Moro, Utopía, publicada en 1516, es un texto fundamental del pensamiento político y social. En esta obra, Moro describe una sociedad ideal en una isla ficticia, en la que la propiedad es compartida y los ciudadanos viven en paz y armonía. Esta visión utópica contrasta con las realidades de Europa en su tiempo, marcando un fuerte comentario social sobre la corrupción y la injusticia existentes.
El conflicto de Moro con Enrique VIII culminó en 1534, cuando el rey proclamó la Acta de Supremacía, que declaraba al monarca como cabeza de la Iglesia de Inglaterra. Moro, un ferviente católico, se negó a reconocer la autoridad del rey sobre la Iglesia y fue encarcelado en la Torre de Londres. Durante su encarcelamiento, Moro continuó escribiendo y reflexionando sobre los temas de la moralidad, la justicia y la verdad, manteniéndose fiel a sus principios.
Finalmente, el 6 de julio de 1535, Santo Tomás Moro fue ejecutado por traición. Su muerte fue un acto de valentía y firmeza en la fe, y se considera un momento emblemático en la historia de la Iglesia Católica. En 1935, fue canonizado por el Papa Pío XI y es reconocido como santo y mártir por su dedicación a los principios cristianos.
Legado
- El legado de Santo Tomás Moro perdura en el ámbito del pensamiento ético y político. Su obra Utopía no solo ha influido en el desarrollo de teorías políticas, sino que también ha sido un referente en la literatura y la filosofía.
- Es un símbolo de resistencia ante la injusticia y de integridad moral, siendo celebrado en la actualidad como el patrono de los estadistas y políticos.
- Su vida y su muerte han inspirado a generaciones en la búsqueda de la verdad y la justicia, así como en la defensa de la libertad de conciencia.
Santo Tomás Moro es recordado no solo por su contribución intelectual, sino también por su ejemplo de convicción moral. Su vida encarna la lucha entre la fe y el poder, y su legado continúa viviendo en la historia de la Iglesia y en los corazones de aquellos que buscan la verdad y la justicia en el mundo.