Las heridas me las hice yo

“Emma! Maggie! ¿Dónde estás? Te prometo que no voy a patear el culo si me contesta en este momento “. Jaye Ramsey esperaba con gran expectación y luego llamó a los nombres de sus amigos de nuevo. La risa y la charla ociosa llevado por la brisa de los extraños a varias yardas de distancia y el pánico quemados debajo de su piel. Jaye agarró su teléfono, rellamada y golpeó la línea conectada con buzón de voz de Maggie. Luego llamó celular de Emma de nuevo. No hubo respuesta, pero ella no esperaba una. Emma se alejó por ella misma hace más de una hora y Maggie desapareció poco ...

"Lo tengo claro, esta noche es la noche. Esta noche... ¡Voy a robarle el saxo!" Cristina sabe que para la audición más importante de su vida debe recuperar el saxofón de su abuelo, ese que la hace tocar como los ángeles y que su padre vendió sin su consentimiento. Àngel Vallori lleva medio verano preguntándose quien es esa chica que los sigue en cada actuación, que se sabe sus canciones y que no deja de mirarle. Nada puede hacerle sospechar que lejos de ser una gran fan, Cristina está esperando la oportunidad para robarle su saxofón. El robo juntará a esta pareja que se atrae y se ...

Marja Batelaar es una joven inspectora de la sección de homicidios de la policía regional de Amsterdam. Nacida en una familia culta de origen judío, y de carácter retraído, vive sola en una casa del Jordaan, un barrio bohemio de Amsterdam, a gusto con sus libros, su amistad con Louise -una artista que vive en un barco- y su relación sentimental en la distancia con Franz, su novio alemán, que vive en Berlín. Una lluviosa mañana de invierno, Batelaar se hace cargo, junto a Jan Laagsveld -un policía más experimentado que ella- de la investigación de la muerte de una inmigrante,...

Chicago,1903. Un jeune couple, les Cheney, fait appel à Frank Lloyd Wright, l’architecte d’avant-garde, génial et rebelle, pour qu’il construise leur nouvelle maison. Et c’est le coup de foudre : Frank tombe follement amoureux de Mamah Borthwick Cheney. Au point que, quelques années plus tard, les amants partent pour l’Europe, abandonnant conjoints et enfants, au grand scandale de la bonne société américaine, puritaine et dévote. Où qu’ils aillent, Frank et Mamah, enchaînés par leur passion mais hantés par une culpabilité intolérable, font la une de la presse...