La mirada justa

Con este número tratamos de celebrar un doble aniversario: por un lado, el del Concilio y de todo cuanto significó para la vida eclesial, la pastoral y la liturgia, y, por otro, el de la revista Concilium. La fundación de la revista Concilium hace cincuenta años sigue dando fruto. Y -lo que es más importante- la revista no se ha detenido en el tiempo, sino que continúa en su dinámica de afrontar en su ritmo y cadencia los desafíos del presente y del futuro de la sociedad y de la Iglesia.

Este libro revisa y estudia las profecías de Isaías, uno de los profetas mayores. Isaías cuenta lo que le sucederá a Israel en el futuro, lo que sucedió en el pasado y por qué. Él profetiza sobre el Reino de Dios venidero y cómo podemos llegar allí. Dios nos ama y ha preparado el cielo como un lugar para que sus hijos pasen la eternidad. El texto explica cómo puedes estar seguro de que podrás entrar al Cielo.

En los días de Salomón, los extranjeros venían de lejos para ver su gloria y escuchar la sabiduría que Dios había puesto en su corazón. La reina de Saba, con su séquito, vino a traer sus regalos al rey de Israel. Y no quedaron defraudados. La reina regresó a su tierra, declarando que la mitad no había sido contada, y que grande era la bendición de aquellos siervos que esperaban continuamente en su presencia. Pasaron casi diez siglos, y otra compañía de extranjeros de una tierra lejana vino a la tierra de Israel a buscar al Rey, y a poner sus regalos a sus pies. Y también ellos...

¿Por qué crees en la Biblia? Seguro que es fácil decirlo simplemente porque tengo fe. Es fácil simplemente creer. Pero, ¿alguna vez ha tenido que dar una respuesta más profunda a la pregunta? ¿Por qué crees en la Biblia? Hay mucha gente que dice que no se puede probar que la Biblia sea cierta. Esa ciencia va en contra de la Biblia. ¿Cómo prueba que la Biblia es verdadera? ¿Cómo? ¿Qué prueba muestras o das? ¿Y si hubiera una manera simple, objetiva y sistemática de mostrar una razón lógica y viable para creer en la Biblia y sus palabras? Como cristiano, ¿quieres estar...