Bernardino de Sahagún fue un fraile franciscano y misionero español, conocido principalmente por su labor como etnógrafo, antropólogo y autor de la obra monumental Historia general de las cosas de Nueva España. Nacido en 1499 en la ciudad de Sahagún, en la provincia de León, España, su vida estuvo marcada por la misión de documentar la cultura y las costumbres de los pueblos indígenas de México tras la conquista española.
A inicios del siglo XVI, Sahagún llegó a México y se estableció en la Ciudad de México, donde comenzó a aprender náhuatl, la lengua de los mexicas. Su profundo interés por la cultura indígena lo llevó a convertirse en uno de los primeros misioneros en adoptar un enfoque respetuoso hacia las tradiciones y creencias locales. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, que veían a los indígenas solo como paganos a convertir, Sahagún se dedicó a estudiar sus costumbres y su historia.
En 1547, comenzó el trabajo que lo haría famoso: la recopilación de información sobre la vida, religión y tradiciones de los pueblos indígenas. Este trabajo se convertiría en su Historia general de las cosas de Nueva España, una obra monumental que abarca una amplia gama de temas, desde la cosmología indígena hasta la medicina, la agricultura y la vida cotidiana. La obra se considera uno de los primeros registros sistemáticos y detallados de la cultura indígena en América y es una fuente invaluable para los estudiosos de la historia prehispánica.
La Historia general está organizada en doce libros y es notable por su método de investigación. Sahagún utilizó informantes indígenas para recopilar su información, así como fuentes escritas y orales. El texto está acompañado por una rica iconografía que incluye ilustraciones de deidades, rituales y escenarios de la vida cotidiana, lo que proporciona una visión única y profunda de la civilización mexica.
A lo largo de su vida, Bernardino de Sahagún enfrentó varios desafíos, incluidos conflictos con otros misioneros y autoridades coloniales que no compartían su enfoque humanista. A pesar de esto, continuó su labor incansablemente, dedicando más de 30 años a la recopilación de datos y la redacción de su obra. Sahagún también fundó la primera escuela de indígenas en el Nuevo Mundo, donde enseñó a los jóvenes sobre la cultura y la historia de su propio pueblo, así como la lengua española, contribuyendo al desarrollo de un nuevo entendimiento entre las culturas.
La Historia general de las cosas de Nueva España fue publicada póstumamente y ha tenido un impacto duradero en la antropología, la historia y la literatura. Su enfoque etnográfico anticipó muchas de las prácticas de investigación modernas y su trabajo sigue siendo estudiado hoy en día por académicos interesados en la historia colonial de México y la intersección de culturas.
Bernardino de Sahagún falleció en 1590, pero su legado perdura. Su obra no solo proporciona un registro detallado de la vida indígena en el siglo XVI, sino que también representa un esfuerzo por entender y respetar culturas diferentes. La influencia de su trabajo se puede ver en las generaciones posteriores de historiadores, antropólogos y misioneros que continuaron su labor de documentación y comprensión.
En resumen, Bernardino de Sahagún fue un pionero en el estudio de la cultura indígena en Mesoamérica, y su Historia general de las cosas de Nueva España es un testimonio de su dedicación y respeto por los pueblos que habitaban la tierra antes de la llegada de los europeos. Su enfoque innovador y su compromiso con la verdad han asegurado su lugar en la historia como uno de los primeros grandes etnógrafos de América.