Miguel de Cervantes Saavedra, nacido el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares, España, es uno de los escritores más influyentes de la literatura universal. Su obra más famosa, Don Quijote de la Mancha, es considerada la primera novela moderna y un hito en la literatura occidental.
Cervantes creció en una familia de escasos recursos, lo que dificultó su acceso a una educación formal. Sin embargo, se destacó desde joven por su amor a la literatura. A los 23 años, se unió al ejército español y participó en la Batalla de Lepanto en 1571, donde fue herido en la mano izquierda, lo que le valió el apodo de "el manco de Lepanto". Posteriormente, fue capturado por piratas en 1575 y pasó cinco años como esclavo en Argel.
Después de su liberación, Cervantes regresó a España y se dedicó a escribir, aunque su vida estuvo marcada por la pobreza y la falta de reconocimiento. En 1605, publicó la primera parte de Don Quijote de la Mancha, una sátira de los novelas de caballería que se convirtió en un éxito inmediato. La historia sigue las aventuras de un noble llamado Alonso Quijano, quien enloquece tras leer demasiadas novelas de caballería y decide convertirse en caballero andante bajo el nombre de Don Quijote.
El personaje de Don Quijote ha trascendido el tiempo y se ha convertido en un símbolo de la lucha por ideales y la locura en la búsqueda de la grandeza. A medida que la historia avanza, Don Quijote se enfrenta a una serie de personajes y situaciones que reflejan las contradicciones de la sociedad de su época.
En 1615, Cervantes publicó la segunda parte de Don Quijote, que continúa las aventuras de su protagonista y responde a las imitaciones que surgieron tras el éxito de la primera parte. Esta obra consolidó su reputación como uno de los grandes innovadores de la narrativa y de la literatura en general.
Además de Don Quijote, Cervantes escribió otras obras, incluyendo Novelas ejemplares, una colección de relatos que exploran los vicios y virtudes de la sociedad española. También escribió teatro y poesía, aunque su fama se debe en gran medida a su novela más célebre.
A lo largo de su vida, Cervantes enfrentó numerosos desafíos, incluyendo dificultades económicas y la falta de reconocimiento por su trabajo. A pesar de sus éxitos literarios, murió el 22 de abril de 1616 en Madrid, en la pobreza y con escaso reconocimiento. Sin embargo, su legado ha perdurado, y su obra ha influenciado a innumerables escritores y ha sido objeto de estudio y admiración en todo el mundo.
El impacto de Cervantes se extiende más allá de sus obras. La figura de Don Quijote ha sido reinterpretada en diversas formas a lo largo de los siglos, desde el teatro hasta el cine. Su influencia se siente en la literatura contemporánea, donde su mezcla de realidad y fantasía continúa siendo una fuente de inspiración.
A día de hoy, Miguel de Cervantes es considerado uno de los padres de la literatura moderna y su obra es estudiada y venerada en todo el mundo. Su vida y legado son un testimonio del poder de la literatura para trascender el tiempo y el contexto, convirtiéndose en un espejo de la condición humana.