El libro perdido de los origenistas

Como buen celador de museo me interesan menos las obras que su disposición. Así que ejerzo menos la crítica literaria que la biografía. Evito así, ante la obra literaria, el comentario deportivo de televisión que narra la jugada como si los televidentes estuvieran escuchando radio. Me intereso menos por la intransferible obra de cada escritor que por sus figuras. Biografía es estudio de espacio, y las páginas de El libro perdido de los origenistas se ocupan de eso que ha dado en llamarse la «posición del escritor»: proponen, aunque desdibujada, una ética. En un poema que narra una ...