Soy Una Diosa Guerrera

La abuela Rosa y los gemelos Rita y Ramón, escoltados por su legión de mascotas, se instalan en la Casa del Palomar, una vieja mansión abandonada. En el pueblo ninguna persona se atreve siquiera a mencionar su nombre, pero cambiará la vida de los nuevos inquilinos. ¿Qué encontrarán en su interior? Un libro de misterios y secretos que atrapa desde las primeras páginas.

Mulán haría cualquier cosa para proteger a sus seres queridos, incluido ir a la guerra en lugar de su padre. Cuando el capitán de su regimiento recibe una estocada para protegerla, Mulán se da cuenta de que debe hacer todo lo posible para ayudarle a sobrevivir... incluso si esto supone aceptar una misión en Diyu, el inframundo.

Se dice que todos tenemos un ángel de la guarda, uno que se nos es asignado desde antes de nuestro nacimiento y que debe velar por el bienestar de nuestra alma y cuerpo durante nuestra estadía en la Tierra. Elisa tiene uno, al igual que todos los demás, solo que ella cuenta con una peculiaridad: desde muy pequeña puede verlo y hablar con él. A pesar de que no siempre es sencillo vivir con alguien que te sigue a todos lados y te recuerda lo que no debes hacer, ellos han logrado de cierta forma armonizar y crear una especie de amistad. Sin embargo, de un momento a otro las cosas cambian....

Juliette ha escapado del Restablecimiento donde Warner la tuvo prisionera y encuentra refugio en el Punto Omega, un lugar para gente que, como ella, tiene poderes sobrenaturales. Finalmente, está libre de los planes que tienen para usarla como arma, libre para amar a Adam; sin embargo, Juliette nunca estará libre de su letal tacto ni de Warner. Ahora, Juliette debe tomar decisiones que cambiarán su vida: debe escoger entre obedecer a sus sentimientos y salvarle la vida a Adam.