Divino juego de amor/ The Divine Game of Love

A lo largo de un sueño, ora maravilloso, ora inquietante, Sebastián vuelve a encontrar las sensaciones, los deseos y las esperanzas perdidos de su infancia. Al mismo tiempo toma conciencia de todo lo que provoca la desdicha de los hombres y destruye el planeta. Lo ayudan tres niños —uno de ellos es su doble— y una muchacha que, pasando por una aventura iniciática, le van a proporcionar recursos para que viva en perfecta armonía consigo y con el mundo. Gracias a ellos y a las peripecias de sus sueños, que lo van haciendo más fuerte y lúcido, abordará la realidad con infalible...

- EL TAROT RIDER-WAITE - El más popular de entre todos los mazos de tarot fue concebido por Arthur Edward Waite, miembro de la orden esotérica Golden Dawn, y plasmado en dibujos por la artista Pamela Colman Smith, siendo publicado por primera vez por la compañía Rider en el año 1910 en Londres. La especial particularidad del tarot Rider es que fue el primero en incluir bellas y sugerentes ilustraciones en todas sus cartas, tanto en las 22 de la Arcana Mayor como en las 56 cartas de la Arcana Menor y figuras. Sus cartas, dotadas todas ellas de un preciso y completo simbolismo, son sin...

Este pequeño manual es una introducción al uso del péndulo. Desde su dilatada experiencia, las autoras revisan las diferentes técnicas existentes dentro de este arte y ponen en manos del lector numerosos modos de empleo y distintos tipos de péndulo, desde

¿Quieres controlar el síndrome de ovario poliquístico para siempre? ¿Olvidarte de sus síntomas como la pérdida de cabello, acné, exceso de vello corporal, aumento de la grasa abdominal, manchas oscuras en la piel, cansancio, fatiga, antojos de dulces, antojos de carbohidratos y tantas otras molestias que solo el SOP es capaz de provocar? Además, ¿estás harta de ... - ¿Pasar tú tiempo libre en Internet buscando maneras de acabar con el SOP? - ¿Gastar tú tiempo y tú dinero en consultas médicas? - ¿Sentir que tu cuerpo te ha traicionado? - ¿Tratar de averiguar qué demonios...