A besos digo la verdad
A los seis años, cuando imaginaba que los muñecos del futbolín se movían solos, participé en un concurso de pintura del colegio. Nos colocaron en el patio justo delante de la fachada para que la dibujáramos. Lo primero que se me ocurrió fue trazar un monte con muchas cabras. El maestro me preguntó por qué había hecho eso. Yo respondí: «Es que así es como yo veo el colegio». Me dieron un premio. Han pasado cuarenta años desde entonces, pero mi mirada no ha cambiado. Paco Marín Paco Marín, profesor y escritor gaditano, nos trae un libro de relatos que se parece a él. Se trata, ...