72 horas... en el infierno
El agente forestal, Nelo Salvaterra, sufrió la caricia de las llamas apagando un incendio, todo su rostro estaba cubierto por las cicatrices procedentes de las quemaduras. Tras varios años de aquel vía crucis, salió de aquél gracias al amor de una enfermera llamada Hope. De nuevo acaban de ser padres de una preciosa niña. Su abuela al verla manifestó: qué caramelo de niña y así se le llamó, Candy, en el lenguaje de Shakespeare. Más nada dura eternamente y por desgracia la vida puede golpear de nuevo, en esta ocasión, un tornado, si lo comparamos con el accidente sufrido en su...