El Cristo de San Damián y San Francisco de Asís
El Cristo de San Damián constituye una preciosa joya de arte y obra de profunda teología. Pero esta maravilla no ha sido aún descubierta ni gustada, tal como nos invita el salmo: «Gustad y ved qué bueno es el Señor». Para hacer conocer las insondables riquezas del Señor se escribe este libro, que constituye un trabajo de seria investigación, de larga maduración y de contemplación de un creyente-poeta. Este Crucifijo de San Damián es único porque representa el misterio pascual completo de Cristo: a la vez muerto, resucitado, su-biendo a los cielos y derramando el Espíritu Santo....